La startup se llama Ricult, que proviene de la palabra agricultura. Su misión es "proporcionar a los pequeños agricultores las herramientas que necesitan para ser actores económicos mejor informados y empoderados para salir de la pobreza. La solución a los problemas mundiales como la escasez de alimentos, la desnutrición, la pobreza y el desempleo rural deben comenzar con los pequeños agricultores", dice la compañía en su sitio web.
Ricult se lanzó por primera vez en Pakistán a principios de 2017, y luego se expandió a Tailandia unos meses más tarde. Fue co-fundado por Aukrit Unahalekhaka, ahora CEO de Ricult Thailand, y su compañero de clase en MIT, Usman Javaid de Pakistán y actualmente CEO de Ricult Pakistan. Al menos otros tres graduados de MIT son miembros del equipo de Ricult
"Deseamos utilizar la tecnología y la innovación para cambiar el país y potenciar la industria agrícola, que es la columna vertebral de Tailandia", dijo Aukrit. "La innovación está en el ADN de la empresa".
La startup usa varias herramientas analíticas para ayudar a los agricultores a ser más productivos y evitar endeudarse. Para ayudar a aumentar los rendimientos de los cultivos, Ricult dice que utiliza "tecnologías geoespaciales y algoritmos de aprendizaje automático para mapear las variaciones espaciales en los cultivos y las condiciones del suelo para sugerir con precisión los insumos que garanticen un crecimiento óptimo del cultivo".
Aunque Tailandia es el principal exportador de arroz del mundo, sus productores de arroz son menos productivos que sus contrapartes en varios países competidores. No obstante, se considera que el arroz tailandés es de una calidad tan alta que es siempre un éxito de ventas y los comerciantes y organizaciones como la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura utilizan su precio como referencia mundial.
Si los agricultores tailandeses pudieran aumentar sus rendimientos, podrían obtener mayores ganancias de sus tierras, eliminando la necesidad de cultivar hasta tres cosechas al año. Eso daría como resultado el mantenimiento de la fertilidad del suelo, requeriría menos insumos químicos y ayudaría a proteger el medio ambiente.
Los agricultores "necesitan poner sus granjas y los cultivos que plantan, así como la ubicación de su granja en nuestro sistema. Luego, supervisaremos las granjas de los agricultores con un satélite para capturar una imagen. Usamos la imagen del satélite, junto con la información meteorológica, así como también información del agricultor para hacer un análisis de big data '', dijo Aukrit. Usando esa información, Ricult luego aconseja a los agricultores sobre qué cultivos e insumos usar para lograr los mayores rendimientos posibles.
Y el servicio es gratuito para los pequeños agricultores. Los ingresos de Ricult provienen de otras partes interesadas en la cadena de suministro agrícola, incluidas las empresas que reciben acceso a los datos.
"Tendremos un doble resultado final, obteniendo ganancias para los accionistas y un impacto en la sociedad. Hay tantas tecnologías que pueden ayudar a la industria agrícola ", dijo Aukrit. Y con su experiencia en MIT y su pasión por innovar, no hay duda de que sus ideas echarán raíces y darán frutos en el país agrícola tailandés.
